El cuerpo es la expresión del alma y la fotografía artística es el alma de este arte; cuando conectamos ambos se produce un milagro visual.






La fotografía de desnudo artístico me capturó desde hace 10 años, cuando realicé por primera vez una sesión fotográfica de este tipo. Lo hice como un reto personal (motivado por mi afán de experimentar siempre cosas que me producen miedo o conflicto), ya que para mí hacerlo era un acto liberador de algunas inseguridades, complejos y sobre todo prejuicios aprendidos de una sociedad que me enseñó cómo debía ser un cuerpo «perfecto» y que cualquier forma de expresión y libertad del mismo era un acto etiquetado como «denigrante».






Desde ese momento mi percepción ante algunos temas cambió por completo: Aprendí a aceptar y amar mi cuerpo cómo es, saber que es perfecto por el simple hecho de que es el mío y no porque encaje con los estándares de belleza impuestos por una sociedad que nos vende una percepción irreal de lo que es ser perfecto y de lo que tenemos que ser para ser aceptados o amados. Ser consciente de que los fotógrafos tenemos una gran responsabilidad al realizar este tipo de fotografía, que la misma debe realizarse desde el respeto, el consentimiento y la ética profesional; Camilo Sarti es un ejemplo de ello, es por eso y por la admiración y respeto que tengo por su trabajo y persona, que acepté colaborar con él en esta sesión fotográfica, la experiencia fue muy grata de principio a fin y los resultados fueron hermosos.






¡Muchas gracias por la experiencia Camilo! , por el respeto y profesionalismo que mostraste en todo momento, me alegra y me enorgullece saber que en Guatemala existen fotógrafos de desnudo artístico como vos.