En Guatemala, como en muchas otras partes del mundo, el desnudo humano sigue siendo un tema altamente controversial, y por lo tanto, censurable. Es por esto que tomé la decisión de hacer un proyecto fotográfico de desnudo artístico al que titulé CENSURADO.

Mi intención fue no buscar modelos profesionales, aunque hay un par, sino personas  comunes que tuvieran el valor de posar desnudos frente a una cámara. Lo que se buscaba era captar la espontaneidad de las personas ante este reto y darles la oportunidad de no mostrar alguna parte de su cuerpo en la fotografía. De tal manera, a cada participante se le dio un  cartel de 20 X 10 cm con la palabra CENSURADO con el fin de que pudiera «defenderse» de la cámara de la manera que él o ella prefiriera. Es decir, tenían la opción o posibilidad de poner el cartel en cualquier parte de su cuerpo que no quisieran que apareciera en la foto. La única condición del proyecto fue que sin importar la pose y la ubicación del cartel, ellos deberían posar completamente desnudos.

La forma de “censura” varió según cada persona: Desde taparse la cara por pena a ser reconocidos, pasando por estrías, cesáreas, condiciones congénitas, hasta sentimientos de depresión, vergüenza o rechazo a su cuerpo. Pero a pesar de estas limitantes, lo destacable fue la determinación de cada uno de ellos de aceptar el reto de posar desnudos.

Me pareció muy interesante que muchos me comentaron que realizar un desnudo era una de las metas a cumplir en su lista de cosas por hacer, además de verlo como una manera de aceptarse como son, sin los prejuicios que llenan nuestras mentes.

Cada foto fue el resultado de varios días de trabajo. En varios casos nos reunimos previo a la sesión para explicarles un poco más acerca del proyecto, las experiencias de los participantes anteriores y, de esta manera, generar la confianza necesaria, dado que la gran mayoría de ellos nunca habían posado frente a una cámara. Este proceso permitió que durante las sesiones se generara una atmósfera más relajada entre nosotros.

A través de esta muestra fotográfica, busco dos cosas: Primero, darle  a los  participantes, la oportunidad de experimentar la sensación que ofrece el presentarse desnudo ante un público y frente a una cámara, sin limitaciones, salvo aquellas que ellos decidieran imponerse. Y segundo, coadyuvar a superar esta idea que el cuerpo desnudo no debe mostrarse públicamente.

Así como todos los participantes se atrevieron a superar sus miedos, creo que el proyecto no lo hubiera sentido como válido si yo mismo no me animo a ser parte de este grupo. Necesitaba sentir en carne propia lo que muchos me comentaban luego de fotografiarlos, ese sentimiento de liberación y de ayudar a crear conciencia con los demás.

Todos los participantes en este proyecto estamos convencidos que el resultado que se obtuvo es una contribución artística y social. A continuación, les presento a las 50 personas que más allá de la pena o pudor, se armaron de valor, confiaron en mí e hicieron que este proyecto fuera una realidad. Gracias a cada uno de ustedes, los felicito ya que sé que no fue fácil, pero sí satisfactorio, lo noté en cada sonrisa de orgullo luego de ver sus imágenes en la cámara.

Espero que con el mismo entusiasmo, franqueza y libertad de pensamiento, las personas que vean este trabajo, entiendan las razones tanto del fotógrafo como de los fotografiados, de darse la posibilidad de romper con prejuicios sociales muy arraigados y contribuir a una visión más humana de nuestros cuerpos.

Este es un proyecto que pretende  seguir creciendo, con nuevas personas que, motivados por esta muestra, decidan tomar ese cartel y agregar su cuerpo a la galería.

Camilo Sarti

http://www.camilosarti.com